Nuestras trufas de Teruel 

Las trufas de Teruel son un tesoro natural que despierta los sentidos y enriquece cada plato con su aroma inconfundible. En Trufika cultivamos y recolectamos la auténtica Tuber melanosporum , la trufa negra de invierno, en Sarrión, un entorno privilegiado en el corazón de Teruel que garantiza su excelente desarrollo.

La combinación de suelos calizos, capaces de retener la humedad, junto a un clima exigente, crea las condiciones ideales para que nuestras trufas tengan un aroma intenso y sabor inigualable, convirtiéndolas en una  joya gastronómica. 

Cada trufa es cuidada con respeto desde el origen, sin tratamientos químicos de ningún tipo. La cepillamos cuidadosamente en seco, sin lavarla, para preservar su frescura, proteger su aroma natural y prolongar su conservación.

Ayudados por nuestros perros, seleccionamos cada Trufika a mano, con dedicación y precisión, para que llegue hasta ti en su punto óptimo de maduración, lista para expresar todo su potencial gastronómico.
Si buscas autenticidad, sabor y excelencia, descubre nuestras trufas. De la tierra a tu cocina. 

Si buscas autenticidad, sabor y excelencia, descubre nuestras trufas. De la tierra a tu cocina. 

La esencia de la tierra, en cada trufa.

Nuestras trufas negras (Tuber melanosporum) nacen en el corazón de ecosistemas únicos, entre bosques de robles y encinas, donde la naturaleza y las estaciones dictan el ritmo de una recolección ancestral. Estas joyas subterráneas se desarrollan en plantaciones truferas cuidadosamente gestionadas, bajo un clima exigente y perfectamente equilibrado. En ese entorno privilegiado el que les otorga su carácter inconfundible: la tierra no solo las nutre, sino que se expresa a través de ellas.  

En su aspecto exterior, la trufa presenta una forma redondeada o irregular, con una corteza rugosa de color negro. Al cortarla, revela un interior firme y compacto, vetado por finas líneas blancas que recuerdan las raíces de los árboles con lo que convive, en una simbiosis perfecta. Su morfología es reflejo directo del suelo que la vio crecer. 

En cuanto a sus propiedades organolépticas, la trufa negra destaca por su aroma profundo, complejo y embriagador que se intensifica a medida que madura. Su sabor es intenso, con notas terrosas, toques sutilmente umamis y una personalidad marcada que no deja indiferente al paladar. Es la viva representación del paisaje del que procede, encapsulado en cada bocado. 

Temporada de recolección invierno: De Diciembre a Marzo

Trufa negra melanosporum fresca

En Trufika sabemos que la verdadera grandeza de una trufa no reside en su forma, sino en lo que despierta. Su poder está en el aroma profundo, en la intensidad del sabor y en el momento exacto en que la naturaleza decide que ha llegado su hora. 

Las trufas que cultivamos en nuestros campos de Teruel crecen en suelos pedregosos, duros, austeros… y precisamente por ello, más ricos. Estos terrenos, libres de sustratos blandos y tratamientos artificiales, dan lugar a trufas más pequeñas, de formas irregulares, pero de carácter inconfundible. Esa lucha silenciosa bajo tierra concentra su alma: más aroma, más sabor, más verdad. 

Por el contrario, los sustratos blandos pueden favorecer formas más redondeadas, pero a menudo comprometen la homogeneidad de la maduración y diluyen su intensidad. En Trufika preferimos que la naturaleza marque el ritmo, que el entorno imprima su huella y que la autenticidad se imponga a la apariencia. 

Cada una de nuestras trufikas es el resultado de un proceso respetuoso con la tierra, con la tradición trufera de Teruel y con quienes buscan algo más que un ingrediente: una experiencia auténtica que hable de origen, esfuerzo y excelencia. 

Cómo recolectamos nuestra trufa

Nuestros perros truferos, principalmente de la raza Lagotto Romagnolo,  entrenados con paciencia y complicidad, son los auténticos protagonistas.  Su olfato es capaz de detectar el punto exacto donde la trufa madura espera, escondida bajo tierra. Caminamos con ellos entre encinas, robles y suelos pedregosos, leyendo las señales del campo y deteniéndose solo donde su instinto marca. 

Con manos expertas y movimientos delicados, extraemos la trufa sin dañar su entorno, conservando el equilibrio del ecosistema y garantizando nuevas cosechas. Cada trufa es luego seleccionada una a una, valorando su madurez, su aroma y su integridad natural. 

En Trufika recolectamos con respeto y con un profundo amor por lo que la tierra nos entrega. 

Nuestro envío de trufa a profesionales

Entregamos trufa fresca directamente del campo a restaurantes y chefs, sin intermediarios, para garantizar su frescura y aroma intactos. Con envíos rápidos y un embalaje especializado, aseguramos que cada trufa llegue en perfectas condiciones, lista para sorprender en los platos más exigentes.

Nuestra historia nace entre encinas y suelos calizos, en las tierras altas de Teruel de nuestros ancestros, donde la tradición trufera se respira con cada estación. Hemos aprendido a leer la tierra, a respetar sus ritmos y a descubrir sus secretos bajo la superficie, disfrutando del trabajo de campo. 

¿Tienes dudas?

Aquí respondemos las más comunes. Si aún te queda alguna pregunta, estaremos encantadas de ayudarte.

¿Cuándo se recolecta la trufa?

La trufa negra (Tuber melanosporum) se recolecta durante los meses más fríos del año, en pleno invierno. La temporada de recolección comienza a finales de noviembre y se extiende hasta mediados de marzo, siendo enero y febrero los meses de mayor intensidad y calidad aromática. 

La tierra es un protector natural para la trufa, ayuda a conservarla fresca más tiempo. Cuando vayas a consumirla, cepíllala bajo el grifo con agua fría hasta retirar toda la tierra adherida. Usa un papel absorbente, o mejor un trapo de algodón para secar completamente. Una vez limpia y seca, ya está lista para enriquecer tus platos. 

La trufa es un alimento que debe mantenerse en nevera entre 1ºC y 5ºC y consumirse en pocos días, ya que desde el momento de su recolección va perdiendo aroma. Aconsejamos consumir antes de 15 días desde la entrega. 

La mejor forma de tenerla es dentro de un recipiente hermético con papel absorbente. Debemos de abrir el tarro cada día durante 1 minuto aprox., para renovar el aire del recipiente y que la trufa pueda respirar. Hay que cambiar el paño o papel cada 1 o 2 días para que la trufa se mantenga fresca, pero no olvidemos que cuanto antes se consuma mejor se podrá apreciar su aroma y sabor únicos. 

También puede ser congelada, pero necesita ser limpiada antes. La trufa congelada pierde un poco de calidad, pero te permitirá usarla durante mucho más tiempo. Una vez limpia, envuelvela en papel de cocina o un trapo de algodón, ponle después film alimentario y guárdala en un recipiente en el congelador. Recuerda sacar del congelador solo la cantidad de trufa que vayas a utilizar. 

Lamina la trufa o haz virutas con ella y guárdala en recipiente de cristal con aceite de oliva virgen extra de baja acidez, preferiblemente de aceite de oliva de aceitunas arbequinas. 

Hay más de 70 especies diferentes de trufa, pero son 2 las que se consideran excepcionales a nivel mundial. Son las preferidas por los chefs por sus cualidades organolépticas excepcionales, estas son: 

  • La Tuber Magnatum: es una trufa blanca originaria de Italia, muy escasa, salvaje y delicada. Conocida  también como tartufo bianco, pregiato del Piemonte o Piémont ou d’Alba.
  • La Tuber Melanosporum: trufa negra de invierno. Conocida también como Truffe du Perigord (en francés), tartufo nero preggiatto (en italiano), tòfona (catalán). Importante: a nivel visual hay trufas parecidas exteriormente, pero tienen un aroma y sabor muy diferente.

 

Importante: es difícil distinguir los diferentes tipos de trufas si no se prueban, se huelen y se ven por dentro.

Para sacarle el máximo provecho, ralla o lámina finamente la trufa fresca y échala por encima de tus mejores platos cuando todavía estén calientes o en el último toque de calor, conseguiremos así potenciar su aroma y sabor. Podemos elegir el tipo de corte en función del objetivo a conseguir en cada plato. Se suele laminar muy fina o bien rallar encima del plato que queremos potenciar. 

La trufa marida perfectamente con carnes, pescados blancos, patatas, arroces, pastas, cremas, salsa bechamel o mayonesa, adobes, aliños, mantequillas y grasas en general, ya que retienen su aroma. Hay que tener en cuenta que el ajo o las especias de sabor fuerte no permiten disfrutarla en todo su esplendor.

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